"La Ley de Memoria Democrática obvia el derecho a la Justicia"

22/09/2020
Rosa García Alcón en el centro de la Memoria de la Cárcel de Carabanchel

Rosa García Alcón fue detenida en Madrid el 24 de agosto de 1975 por la Brigada Político Social (BPS), por hacer una pintada pidiendo la libertad de los presos políticos. Fue conducida a la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol, donde fue torturada por varios policías. Entre ellos estaba Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño, que murió en mayo de 2020, con las cuatro condecoraciones que incrementaban su pensión en un 50%, intactas.

Rosa pasó 3 meses en la cárcel acusada de terrorismo y se encontró con el muro del régimen cuando trató de continuar con sus estudios de medicina. Es miembro de la asociación memorialista La Comuna – Presxs y Represaliadxs del franquismo desde hace más de 3 años. Hablamos con ella sobre el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática presentada por el gobierno de coalición, que inicia ahora su trámite parlamentario.

¿Cómo recibe Rosa García Alcón el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática? ¿Cuáles son las sensaciones, teniendo en cuenta el precedente de la Ley de Memoria Histórica de 2007?

Lo que hace esta ley es intentar recoger algunas de las reivindicaciones de las entidades memorialistas, aunque quedan muchas más por recoger, pero este es el esfuerzo que quieren hacer debido a la importancia que ha adquirido el movimiento memorialista.

Que tengan que hacer una ley 14 años después de haber hecho otra quirere decir que la primera nació raquitica. La ley de Zapatero ha servido, pero para muy poco. El PSOE dice que con esta ley dan un paso más, y es verdad, pero se sigue quedando coja.

La exposición de motivos está muy bien: hace referencias a la justicia internacional humanitaria, al informe del Consejo de Europa, que dio un toque de atención a España por la situación de las víctimas del franquismo, y a los informes de los relatores de la ONU para la promoción de la Verdad, la Justicia y la Reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff y Fabián Salvioli, que fueron bastante críticos. Pero luego, en el articulado, esto ya no se nota tanto.

Es un signo propio del PSOE, que siempre intenta nadar y guardar la ropa. Llevan diciendo que no tienen fuerza suficiente y que no hay que enfadar a los fascistas desde siempre, incluso cuando tenían mayorías absolutas y no existía VOX. Uno no debería hacer una ley de memoria historica pensando en qué va a decir la ultraderecha, sino en tratar de reparar lo que no se ha hecho en 80 años, cuarenta de ellos en democracia.

¿Qué es lo que tendría que haber recogido la ley para que las asociaciones memorialistas estuviérais satisfechas?

Hay una cosa fundamental: Los relatores de la ONU hablan de los principios de Verdad, Justicia y Reparación, e insisten en la necesidad de que los tres vayan de la mano. Si no los abordamos de manera conjunta, el trabajo no tiene sentido. Y en todo el articulado se obvia completamente el derecho a la Justicia. Ni se menciona la ley de Amnistía de 1977, cuando sabemos que si se mantiene esa Ley, es imposible juzgar los crímenes del franquismo. El acceso a la Justicia no está garantizado en la Ley. Se menciona en varias ocasiones la reparación de las víctimas, pero habla siempre de reparación simbólica. Lógicamente, porque si no se juzga no se puede reparar.

Por otro lado, el artículo 3, que define a las víctimas, es francamente mejorable. Segun está redactado, pueden caber o no las víctimas de torturas durante la dictadura. La ley habla de torturas en los campos de concentración y en los campos de exterminio, pero no reconoce la existencia de una policía política que torturaba de manera sistemática. No pueden hablar de esto porque sería un delito de lesa humanidad. Es curioso que una Ley de Memoria Democrática sólo hable de crímenes de Lesa Humanidad en el artículo 54, cuando habla de que, en el supuesto de que en un determinado espacio se hubieran cometido crímenes de lesa humanidad, se señalizará un punto de reconocimiento de las víctimas. No menciona eso [los crímenes de lesa humanidad, que no prescriben] en ningún otro punto del articulado.

Los motivos políticos, religiosos etc, podrían excluir también a los compañeros y compañeras antifranquistas que fueron condenados en juicios sumarísimos, en calidad de terrorista, calificados así por el aparato represor de la propia dictadura.

Una mejora sustancial de esta Ley es el reconocimiento como víctimas del franquismo a las mujeres que fueron condenadas por adulterio o por una interrupción voluntaria del embarazo. Esto es muy importante.

¿Otro punto fuerte de la Ley podrían ser los cambios de los contenidos curriculares para Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, y la apuesta por la educación y la divulgación?

Me parece importantísimo. Es una de las mejores cosas de la Ley. Habíamos constatado, sobre todo con el documental de El Silencio de Otros, cuando hemos ido a centros educativos, que los estudiantes no tenían ni idea. Nunca se llegaba ahí. Como decía Chato Galante, conocen el Pleistoceno pero no la dictadura. Nosotros llevamos tiempo preparando unidades didácticas para poder paliar en cierta medida esa carencia.

Este aspecto de la ley está concretado en ESO, Bachillerato, Universidad y en la formación de los profesores. Y se establecen también cursos para los funcionarios de la administración. Entiendo que ahí también entran la Policía, la Guarcia Civil y el Ejército. Debería ser obligatorio que en los cursos que reciben se explicaran lo que son los derechos democráticos, cómo se han conseguido y por qué se deben respetar.

¿En tu caso personal, qué considerarías una "reparación moral"?

Que fueran condenados los torturadores. Esa es mi reparación moral, que fueran declarados oficialmente como torturadores, que les retiraran las condecoraciones.

Que las condenas que impusieron los franquistas hayan sido declarados nulas me parece un avance, pero falta que sean juzgados los criminales franquistas.

Que esta ley llega tarde es una sensación compartida en el movimiento memorialista pero ¿se hace más dolorosa la demora teniendo en cuenta que Billy el Niño murió hace unos meses?

No, hay muchos otros torturadores. Todos los policías hacían lo mismo. Billy el Niño fue más conocido porque él se dio a conocer. Primero porque a él le gustaba tener esa significación y segundo porque además obtenía recompensas económicas muy sustanciosas. Pero la cuestión es que el resto también eran torturadores. Cuando entrabas en un cuartel de la Guardia Civil o de la Policía, lo que te esperaban eran malos tratos y torturas. Eso fue lo que había durante el franquismo y la transición. Cuando íbas a una manifestación o hacías una pintada, cualquier cosa, el riego que tenías de que te pegaran un tiro era muy alto.

Yo quiero justicia, y la justicia sólo la puede dar un juez. Me parece bien que les quiten las condecoraciones y las recompensas económicas, pero se queda corto. Yo me sentiría reparada cuando un juez, en base a la justicia internacional, admitiera que durante la dictadura y la transición, en España se comentieron crímenes de lesa humanidad. Eso es lo que sería una reparación justa.