El universo antigénero europeo

La política sexual de las extremas derechas y los fundamentalismos cristianos

20/01/2022
Nuria Alabao

En los últimos años en Europa hemos visto incrementarse la presencia y los discursos de las extremas derechas y los fundamentalismos religiosos. La agenda antigénero tiene un papel relevante en este ascenso y forma parte de una clara estrategia para conseguir poder[1] –institucional, mediático o social–, que en Europa del Este y otras partes del mundo es utilizado además para socavar la democracia liberal. Esta agenda –aunque modulada en intensidad y orientación según el contexto político de cada país– es importante, ya que consigue aglutinar a actores muy diversos y movilizar socialmente en torno a pánicos morales, lo que permite a los partidos ultras crear su propia base social y cultural en la que impulsarse. Aunque el tema estrella de estas propuestas nacionalistas es siempre la inmigración –y la islamofobia– han conseguido vincularlas a las cuestiones de género y también a sus ataques a los derechos de las mujeres y de las personas LGTBIQ. Familia –es decir, género–, raza y nación son los ejes que estructuran sus proyectos políticos.

Con el ascenso de estas opciones a lugares de poder –en el caso de Polonia y Hungría por ejemplo–, y el hecho de que hayan conseguido representación parlamentaria en todos los países de Europa Occidental –salvo Irlanda– tiene como consecuencia que los discursos antigénero han ido ganando legitimidad y espacio social. En este contexo aumentan los delitos de odio e incluso los ataques a activistas feministas y LGTBIQ y se aprueban nuevas leyes que implican frenos o retrocesos en derechos[2].

Lo primero que advertimos al acercarnos al universo antigénero es la diversidad de sus actores. Son políticos y partidos de extrema derecha o influencers mediáticos e intelectuales. Pero sobre todo, iglesias y líderes religiosos fundamentalistas cristianos y sus lobbys que trabajan muy activamente a nivel de las instituciones europeas[3]. En esta constelación plural no podemos olvidar el papel de los grupos de la sociedad civil de base religiosa –como Ordo Uris en Polonia o Hazte Oír en España– que intervienen muy activamente en política gracias a que reciben una abundante financiación. En Europa, entre 2009-2018 se han gastado más de 629 millones de euros en campañas antigénero, según un informe del Parlamento Europ[4]eo.

Esta heterogeneidad les permite moverse en distintos niveles[5], locales y transnacionales, religiosos y seculares, gubernamentales y de la sociedad civil aumentando así su capacidad de influencia.

De hecho, las cuestiones de género son el principal espacio de coordinación discursiva y material a nivel internacional[6] de esta pluralidad de agentes, por ejemplo en foros como el Congreso Mundial de la familia. A partir de esta “defensa” de la familia, o conceptos como el de “ideología de género” –gestado en la Iglesia católica–, estos actores atacan derechos reproductivos como el aborto, cuestionan la educación sexual y buscan reinstalar las tradicionales diferencias binarias de género fundadas en lo biológico[7].

Aquí defender la familia natural implica una defensa del orden social y proteger "nuestra" forma de vida entendida en términos de superioridad nacional u occidental –muchas veces asociando esta “cultura occidental” con el cristianismo y los valores conservadores–. Recordemos que otra de las líneas discursivas más importantes y compartidas es aquellas relacionadas con la caída de las tasas de natalidad en Europa –“por culpa del feminismo”–. En su versión más exagerada, esto se asocia a la “sustitución” de las poblaciones europeas –o estadounidenses– por inmigrantes sobre todo musulmanes: la Teoría del Gran Reemplazo. Aquí, la defensa de la familia es la otra cara de la moneda de la agenda xenófoba antimigrantes. De esta manera consiguen vincular cuestiones de género y raza en apoyo de su proyecto supremacista. Este marco se expresa también en encuentros como las cumbres demográficas[8] que promueve el gobierno húngaro desde 2018 –la más reciente se celebró en Budapest el septiembre pasado–.

Aunque los fundamentalismos cristianos se apoyan claramente en una agenda antigénero en todo el mundo, no todos los partidos de extrema derecha siguen la misma línea ultraconservadora. Muchos de ellos han tenido que adaptarse a los consensos sociales alcanzados en países de sociedades secularizadas que han atravesado profundas transformaciones en cuestiones de valores desde los años 60 del pasado siglo. Así, en países como Francia, Alemania o Escandinavia estos partidos tratan de rebajar su conservadurismo en cuestiones de género, al menos a nivel de retórica. La líder francesa Marie Lepen dice no ser contraria al aborto y el partido holandés Party for Freedom se ha destacado por su defensa de la igualdad de las mujeres y las parejas del mismo sexo.[9]

Sin embargo, en este panorama también emergen fenómenos como el del reciente líder francés Éric Zemmour –candidato presidencial de 2022–, o el de Vox en España con discursos y propuestas más claramente antifeministas.

De hecho, en Europa occidental suelen disfrazar su islamofobia mediante una narrativa en la que dicen “defender” a las mujeres y las personas LGTBIQ amenazados, según ellos por una religión musulmana representada como siempre fundamentalista y retrógrada. Estas estrategias se conocen como femonacionalismo u homonacionalismo[10].

En sus discursos, también asocian migraciones con agresiones sexuales de forma habitual –y con la inseguridad en general, lo que les permite impulsar su agenda autoritaria y represiva y proponer medidas de tipo punitivista –más penas y nuevos delitos–. Por supuesto, esta “defensa” de las mujeres es muchas veces de carácter instrumental y compatible con posturas conservadoras que promocionan la vuelta de las mujeres a los roles tradicionales de madres y cuidadoras, o no se refleja en apoyo a medidas reales de igualdad. Sin embargo, en Europa del Este la agenda antigénero se está impulsando con mayor brutalidad e implica también ataques directos contra las personas LGTBIQ.

Esta agenda ha sido funcional a la alianza entre el nacionalismo y el[11] fundamentalismo religioso[12], contribuyendo a las victorias electorales de la ultraderecha que arranca en el 2010 con la victoria de Viktor Orban en Hungría. Desde entonces, las posiciones antigénero han sido integradas en estos gobiernos y sirven como justificación para el actual desmantelamiento de las instituciones democráticas, además de para llevar adelante diversos tipos de ataques que tienen en su punto de mira a las ONG y al activismo feminista. Orban pretende ser el líder de este impulso antiderechos, apoyado por la Rusia de Putin que utiliza la agenda antigénero –y la alianza con la Iglesia ortodoxa rusa– en apoyo de su estrategia intervencionista en la región[13].

Principales líneas de la agenda antiderechos

Aborto

Uno de sus objetivos prioritarios es la limitación de derechos sexuales y reproductivos y el aborto es históricamente una de las batallas fundamentales en todo el mundo. En Polonia, este derecho, que ya era reducido, fue restringido todavía más por un fallo del Tribunal Constitucional impulsado por una organización religiosa y por el propio gobierno[14]. Mientras que en Eslovaquia hubo un intento reciente que fue frenado en el parlamento solo por un voto.

En Europa occidental, donde el derecho al aborto tiene una amplia aceptación, la estrategia pasa por limitar el acceso mediante diversas estrategias –acoso frente a las clínicas, el recurso a la objeción de conciencia de los y las profesionales médicos, o proponiendo su exclusión del sistema sanitario público, como hacen muchos partidos de extrema derecha–.

Legislación de igualdad

En Europa del Este se están produciendo importantes resistencias a trasladar a las legislaciones domésticas los consensos y tratados internacionales en materia de género. Esto sucede con todas las leyes de igualdad, pero en los últimos años se ha dado una batalla importante en relación a la ratificación o implementación del Convenio de Estambul, el principal tratado internacional sobre violencia machista impulsado por el Consejo de Europa. En Bulgaria por ejemplo ha sido declarado inconstitucional a propuesta del ejecutivo. Mientras que el gobierno polaco ha afirmado que va a proponer su retirada, en 2020, Eslovaquia y Hungría su implementación ha sido rechazada por los parlamentos nacionales. Esta cuestión, como otras en relación a la agenda antigénero, también ha sido utilizada para reforzar los discursos nacionalistas de las extremas derechas que dicen oponerse a la UE por tratar de imponer valores “ajenos a las identidades nacionales” en oposición a su soberanía.

Educación sexual

Por su parte, la feroz oposición contra la educación sexual e igualitaria en las escuelas ha unido a las fuerzas del este y del oeste en otra de las batallas fundamentales en todo el mundo –que también se está produciendo de forma muy violenta en EEUU y Latinoamérica–. En Hungría por ejemplo, se acaba de aprobar una ley destinada a prohibir los contenidos dirigidos a menores que hablen de homosexualidad desde una perspectiva igualitaria –libros, películas, etc-. Mientras que en otros países de la región se lanzan campañas de persecución y desprestigio contra las activistas que elaboran estos materiales educativos. Esta cuestión consigue movilizar ampliamente los pánicos morales del conservadurismo social ya que toca cuestiones relativas a la sexualidad, al feminismo, pero también a la identidad sexual y de género –y además afecta a la “infancia en peligro”–. (Hay que tener en cuenta de que estas campañas están alimentadas son sobreabundantes noticias falsas y fake news como que la que relaciona la homosexualidad con la pederastia.)

Derechos LGTBIQ

En Europa occidental las posiciones más claramente antiderechos están sostenidas sobre todo por los movimientos sociales del fundamentalismo cristiano como en La Manif Pour Tous o Hazte Oír en España. Estas organizaciones todavía se resisten a conquistas con amplio apoyo social como el matrimonio homosexual o la adopción entre personas del mismo sexo, pero también tratan de frenar nuevos derechos como las leyes de identidad de género o enarbolan discursos contra las personas trans.

Sin embargo, en Europa del Este, las ideas de masculinidad tradicional y el nacionalismo se conjugan para impulsar una homofobia más descarnada. Algunas iglesias –como la Polaca, la Rusa o la Húngara–, y líderes y partidos políticos han convertido a las personas LGTBIQ en objeto de ataque[15]. La región está viviendo una auténtica cruzada contra las diversidades sexuales y de género que está haciendo aumentar también las agresiones homófobas y que implica barreras a sus derechos. Este ha sido el caso de Hungría que ha modificado su constitución para impedir adoptar a las parejas del mismo sexo –que también ha sido prohibido en Polonia– y el reconocimiento de las personas trans. En Polonia, recientemente unos cien municipios se han declarado oficialmente “zonas libres de LGTB”. Esto ha desatado una confrontación en la UE, ya que la Comisión Europea ha amenazado con poner trabas a los fondos de ayuda regional si no se respetaban los derechos LGTBIQ.

En Europa del Este, los enemigos de la nación han pasado a ser las personas que luchan por derechos liberales, por la igualdad de género, contra la violencia machista o simplemente por reinvidicarse como gay, trans o lesbiana. Estos son contemplados como traidores a la nación –que los ultras tratan de identificar con los valores tradicionales–[16] y pasan a verse como aliados de una UE que amenaza la soberanía nacional y que quiere imponer su “ideología de género” o su “ideología LGTB”. El objetivo final en el que se enmarcan las guerras de género en la región implica este ataque masivo contra la UE y contra los que se entiende que son sus valores. Pero no tenemos que olvidar lo que está en juego en las guerras de género en toda Europa además de las normas heteropatriarcales y las formas de familia: “la propiedad y la acumulación, la retención y transmisión de la riqueza -en resumen, todo lo que reproduce y legitima los poderes históricos y los órdenes de clase, parentesco, raza y género“, como explica Wendy Brown[17].

 

Bibliografía

Alabao, N. y Granados, D (2021) Retando al futuro: Ataques a la democracia en Europa y América Latina. On the right Track. Fondo Alquimia y Calala. Colombia.

Alabao, N. (2020). Defender a la familia contra migrantes y mujeres: convergencias entre antifeminismo y soberanismo. En Familia, raza y nación en tiempos de postfascismo. Traficantes de Sueños.

Akkerman, T. (2015). Gender and the radical right in Western Europe: A comparative analysis of policy agendas. Patterns of Prejudice, 49(1-2), 37-60.

Graff, A. y Korolczuk, E. (2017). Towards an illiberal future: Anti-genderism and anti-globalization. Global dialogue, 7(1).

Gutiérrez, M.A. (2018). Entrevista con Sonia Correa. "Significante vacío: ideología de género, conceptualizaciones y estrategias".

Dietze, Gabriele & Roth, Julia. (2020). Right-Wing Populism and Gender: A Preliminary Cartography of an Emergent Field of Research.

Farris, S. (2017.) In the name of women rights: The rise of femonacionalism. Duke University Press.

Peñas, M. A., Morán, J. M. y Vaggione, J. M. (2018). Conservadurismos religiosos en el escenario global: amenazas y desafíos para los derechos LGTBI. Global Philantrothropy Project. [18]https://clacaidigital.info/handle/123456789/1276[19]

Puar, J. K. (2007). Terrorist Assemblages: Homonationalism in Queer Times. Duke University Press. https://doi.org/10.2307/j.ctv1131fg5[20]

Brown, Wendy (2019) In the Ruins of Neoliberalism: The Rise of Antidemocratic Politics in the West. Columbia University Press.

 

 

Links:

  1. https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/observatoriolatinoamericano/article/view/3191
  2. https://ciudadconquistada.files.wordpress.com/2021/11/00-retando-final.pdf
  3. https://www.eldiario.es/internacional/padre-bruselas-funciona-religioso-ue_1_1351603.html
  4. https://www.epfweb.org/node/837
  5. https://clacaidigital.info/handle/123456789/1276
  6. https://www.traficantes.net/libros/familia-raza-y-nación-en-tiempos-de-posfascismo
  7. https://www.researchgate.net/publication/341600539_Right-Wing_Populism_and_Gender_A_Preliminary_Cartography_of_an_Emergent_Field_of_Research
  8. https://es.euronews.com/2021/09/23/europa-poblacion
  9. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/0031322X.2015.1023655
  10. https://read.dukeupress.edu/books/book/1247/Terrorist-AssemblagesHomonationalism-in-Queer
  11. https://globaldialogue.isa-sociology.org/articles/towards-an-illiberal-future-anti-genderism-and-anti-globalization
  12. https://globaldialogue.isa-sociology.org/articles/towards-an-illiberal-future-anti-genderism-and-anti-globalization
  13. https://balkaninsight.com/2018/11/21/new-world-order-the-natural-family-franchise-goes-global-11-05-2018/
  14. https://vsquare.org/ordo-iuris-and-friends-the-games-around-abortion-ban-in-poland/
  15. https://ctxt.es/es/20211201/Firmas/38071/polonia-europa-del-ese-lgtbi-homofobia.htm
  16. https://ctxt.es/es/20190417/Firmas/25654/feminismo-teoria-genero-natalistas-familia-tradicional-supremacismo-alabao-pentocostales.htm
  17. http://cup.columbia.edu/book/in-the-ruins-of-neoliberalism/9780231193856
  18. https://clacaidigital.info/handle/123456789/1276
  19. https://clacaidigital.info/handle/123456789/1276
  20. https://doi.org/10.2307/j.ctv1131fg5